La obsesión por ganar
En la actualidad, vivimos en una sociedad que está llena de competitividad, sin embargo la competitividad consiste en dos tipos: la sana e insana. Es nuestra responsabilidad elegir el tipo de competitividad: la sana.
Por un lado, la competitividad sana nos ayuda mejorar y progresar aprendiendo con los errores. Esforzamos y creamos nuevas soluciones. En este proceso, estamos aprendiendo y mejorando poco a poco, así que es una forma positiva.
Sin embargo, la competitividad insana no nos ayuda en crecer. Si ganamos con trampas o de manera ilegal, por ejemplo negociar con engaños sin cumplir con los acuerdos, no podremos conseguir el objetivo, además destruimos el futuro.
La forma correcta para ganar es con esfuerzos y estrategias. Aunque el éxito depende de los factores interiores y exteriores, asimismo, no podemos controlar los exteriorespero al menos podemos decidir nuestro esfuerzo y estrategia, con los cuales ya llegamos la mitad de éxito. En cuanto a los factores exteriores, tales como el público, política, condiciones sociales, los que podemos analizar y tener una preparación con antelación, más el esfuerzo y estrategia, creo que ya no estamos lejos del éxito, porque a quien madrugada, dios le ayuda.
En caso de que no consigamos el objetivo, no estemos desanimados. Perder no equivale a fracasar, y el fracaso es la madre del éxito. Aprendemos cada vez y seamos más fuertes. Haga lo que decides y no mires a nadie, es decir, no compares con los demás, sino que compara contigo, para ver si has mejorado.
En conclusión, de toda manera, mantegamos con competitividad sana y luchamos con esfuerzos, así seamos mejores en futuro.